Estos cortes se llaman imágenes tomográficas y contienen información más detallada que los rayos-x convencionales. Una vez que la computadora de la máquina recolecta varios cortes sucesivos, se pueden “apilar” digitalmente para formar una imagen tridimensional del paciente que permita más fácilmente la identificación y ubicación de las estructuraras básicas, así como de posibles tumores o anormalidades.
Como con todos los rayos-x, es fácil obtener imágenes de las estructuras densas (como un hueso) dentro del cuerpo, mientras que los tejidos blandos varían en su capacidad de detener los rayos-x y, por consiguiente, son débiles o difíciles de visualizar. Por esta razón, se han desarrollado los medios de contraste que son altamente visibles en una radiografía o escaneo por TC y son seguros para utilizarse en pacientes. Los medios de contraste contienen sustancias que son mejores para detener los rayos-x y, por lo tanto, son más visibles en una imagen radiológica.